Como resultado de la era de la información, hay más formas de utilizar la tecnología en la agricultura que nunca. Las empresas agrícolas confían en la tecnología agrícola para mejorar la gestión de los campos, que es sólo una de las muchas formas en que las innovaciones han cambiado la agricultura.
El uso de insumos como fertilizantes y pesticidas puede reducirse con la ayuda de software agrícola avanzado. Otra ventaja es que la tecnología agrícola ayuda a reducir contaminantes nocivos, como el dióxido de carbono. Esto ha sido posible gracias a la racionalización del proceso de producción agrícola y a la eliminación de pasos innecesarios.
Con la tecnología de modificación genética, los productores de distintas partes del mundo pueden crear semillas mejor preparadas contra las condiciones específicas de su clima y suelo nativo. Se pueden cultivar nuevas cosechas con la ayuda de fertilizantes aplicados con precisión al suelo. Además, la mecanización de los procesos mejora la productividad y la eficiencia de la industria agrícola en todos los ámbitos, incluidas la siembra, la cosecha y la distribución.
Hoy en día, el impacto positivo de la tecnología en la agricultura corre a cargo de la biotecnología, la nanotecnología y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), permitiendo aumentar el rendimiento de los cultivos de la forma más sostenible posible.
